Bhaktivinoda

por Bhakti Vinoda Thakura
(Jaiva Dharma)

La palabra indiferencia, no quiere decir que se deba abandonar los tratos sociales que son normales entre los seres humanos, y tampoco significa que no se deba intentar aliviar el sufrimiento de una persona desfavorable que cae en desgracia o que padece algún tipo de necesidad.

Los vaisnavas grihasthas permanecen dentro de la sociedad y tienen muchas clases de relaciones, como por ejemplo, con los parientes por su matrimonio, con otras personas por negocios, para el mantenimiento de su propiedad y la crianza de animales, para intentar aliviar el dolor y el sufrimiento de los demás, y por su posición como ciudadanos del estado.

Las diferentes relaciones sociales motivan que pueda haber una conexión con gente adversa, y evitarlos no quiere decir que se les deba abandonar de inmediato. Una persona está obligada a llevar a cabo asuntos diversos y a tratar con personas que son indiferentes a isvara, pero no hay que asociarse con ellas para los temas espirituales.

Puede ocurrir que algunos miembros de la propia familia tengan una naturaleza maliciosa como resultado de la realización de actividades pecaminosas en una vida anterior. ¿Se debe abandonar a esas personas? En absoluto. Se debe mantener una relación con ellas sin apego en lo referente a asuntos ordinarios, pero se debe evitar su asociación cuando se trata de asuntos espirituales.

En esa circunstancia se debe aplicar la indiferencia. Asociarse espiritualmente significa reunirse con la intención de avanzar espiritualmente, hablar sobre la verdad eterna, y prestar el servicio y el bien recíproco que tiene como resultado el despertar de los sentimientos devocionales. Indiferencia significa evitar asociarse con personas con quienes esta clase de intercambios no es posible.

Cuando una persona hostil que ha adoptado opiniones diferentes o irrelevantes escucha la glorificación del suddha-bhakti o las enseñanzas virtuosas relacionadas con el bhakti, replicará enseguida con algún argumento insustancial que no beneficia a nadie. Se debe evitar esas discusiones inútiles y la relación con esas personas debe limitarse únicamente a los tratos sociales diarios. Se podría pensar que es mejor incluir a las personas hostiles entre los ignorantes y, por tanto, darles misericordia, pero, lejos de ayudarlos, lo único que se logra es perjudicarse a uno mismo. Se debe ser benevolente, pero con precaución.

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