krishna

Hay una historia en la que unos padres tuvieron un hijo poco inteligente. Lo llevaron a un ashram en Haridvara, como muchos hacen cuando tienen hijos que aparentan ser inútiles. El niño se encontraba en el mismo ashram del guru, así que todos los días se sentaba y escuchaba clase de él, como todos las demás.
El comía cuando los demás comían y hacia lo que el guru le decía. El entendió que, si seguía las instrucciones del guru y escuchaba clases, entonces le darían de comer. Debido a que estaba muy preocupado por el tema de la alimentación, seguía su práctica atentamente. Cuando todo los demás gurukulis se quedaban dormidos en la clase él se sentaba con ojos bien abiertos y escuchaba. Su guru estaba complacido al ver que su discípulo estaba muy atento, y el discípulo estaba complacido por recibir su comida después de la clase.

Un día, el guru estaba describiendo las cualidades de Krishna de entre ellas mencionó que Sri Krsna tiene un carácter suave y dulce. Después de la clase el guru pregunto si alguien tenía alguna duda. En ese momento nadie pregunto, hasta que de repente el niño quien siempre estaba muy atento en la clase dijo: – sí, yo tengo una duda. El guru respondió: -si, por favor dime. Así que el niño continuó: – ¿si Krishna es suave y dulce, entonces Él es como una rasgulla.?

Ante esa pregunta, el guru pudo observar que el discípulo no estaba interesado en sus enseñanzas, y que su atención en las clases estaba motivada y acompañada por su meditación en la comida que recibía después de la clase.

Todos escuchan y hacen preguntas a los sadhus de acuerdo con las necesidades y deseos internos que viven. Para que la verdad sea revelada, el discípulo debe ser sinceramente inquisitivo, y el guru debe ser capaz de reconocer la necesidad del discípulo y poder responderle adecuadamente. De lo contrario, el guru puede llegar a engañar al discípulo y el discípulo engañar al guru, todo bajo el impulso de motivos inferiores.

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