por: Śrīla Bhakti Ballabha Tīrtha Gosvāmī Mahārāja
Cosechamos los frutos de nuestras propias acciones. Respecto a ese tema, Sri Narada aconsejo a Dhruva: «No culpes a otros de tus propios sufrimientos. Padecemos sufrimientos similares a los que infligimos a otros. Mientras ignoremos esto, seguiremos culpando a los demás, y así, no tendremos la oportunidad de ver la gracia de Dios”.
Siguiendo el consejo de su gurú Narada, Dhruva renunció a su ignorancia de culpar a otros y con devoción firme invocó el Nombre de Dios desde lo más profundo de su corazón, y sin desearlo, automáticamente sus obstáculos fueron removidos y las personas que le eran hostiles se volvieron favorables. Únicamente es Dios quien controla y nos confiere los frutos de nuestras propias acciones, no así los demás. Debemos rectificar nuestros karmas (actos) y no culpar a otros.
Dios y Gurudeva ‘Gurudeva real, Su contraparte absoluta’, son imparciales. Dios es igual con todos. Como Él es Absoluto (purna), nadie puede sobornarlo y nadie puede obligarlo a hacer nada injusto. Pero Dios puede probar a un devoto poniéndolo en circunstancias adversas con la finalidad de calificarlo para que obtenga el servicio de Sus Pies de Loto.
Pasaremos las pruebas exitosamente.
Las almas sinceras nunca serán engañadas.
Así que no se desanime.