Como principiantes en el sendero de bhakti, nosotros cargamos muchos condicionamientos, principalmente dos de ellos son el karma y jnana, el apego al disfrute o la renuncia proveniente de la frustración. En todas las etapas del estado condicionado existe una gran tendencia al engaño de sí mismo y de otros. Nosotros necesitamos de una ayuda muy especial, de una intervención divina en nuestras vidas, para empezar el proceso y poder superar este condicionamiento denso pero circunstancial. Esta intervención divina se hace presente ante nosotros principalmente en forma de los libros sagrados, que llegan a nuestras manos o a veces directamente en forma de los vaisnavas, allí empieza el proceso, al leer los libros, acercarnos a los vaisnavas, ser aceptado, ocupados y animados por ellos hasta desarollar el gusto por el servicio, de manera natural nuestra fe e interés en Krishna empieza a despertar, y enseguida nos lleva a aceptar un maestro espiritual y volvernos discípulos.

Si alguien con fe despierta y con sincero anhelo del corazón por Krishna acepta un maestro espiritual, esa conexión o iniciación representa el comienzo del combate contra los condicionamientos y todas las tendencias adversas al bhakti que se encuentran en uno. El Guru es quien exige y el discípulo es quien sigue. El Guru es quien anima y el discípulo es quien responde. Ambos se sienten comprometidos a cumplir uno con el otro. La relación es caracterizada por ciertas responsabilidades que nacen por la fe del discípulo y la compasión del guru. El Guru quiere establecer al discípulo en la verdad y en el servicio al Señor Supremo y el discípulo quiere complacer el Guru con su servicio y rendición.

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