Las escrituras y los sadhus, los vaisnavas más elevados nos van a indicar si estamos haciendo progreso o no. Solamente debemos preguntarles. Una manera directa de percatarse sobre el avance es a través del grado en que nos desapegamos de las actividades materiales y de la asociación mundana, para ocuparnos en el servicio devocional. Ese es un factor de medida para saber si lo estamos haciendo bien o mal.

Si estamos practicando bien, eso nos hará sentir un rechazo natural hacia lo mundano. Uno lo puede observar en sí mismo: ¿qué tanto quiero estar con los viejos amigos?, ¿qué tanto me ayuda espiritualmente un cierto medio ambiente?
Cuando el bhakti se profundiza en alguien, eso se nota a través de su determinación, se vuelve más profundo en la práctica, va aclarando su visión, y de pronto empieza a entender los diversos contextos de la vida y las causalidades que se manifiestan dentro de este mundo. Es como si una nube se quitara de la vista… el zumo de los aspectos esenciales es la rendición, nada más…
Al predicar, solamente podemos otorgar lo que hemos realizado en el servicio al Guru a través de la práctica: sravana, varana, sadhana, apana, prapanna.

Escuchar primero, después considerar lo que estamos escuchando y seguidamente practicar,…
Proporcionalmente, en la medida que se va practicando, se obtienen realizaciones, y éstas son las que podemos dar a los demás.
Si yo tengo algo lo puedo dar, si no lo tengo no lo puedo dar…
Y ¿qué es lo que estás dando?, ¿qué estas transmitiendo? Si eres un devoto, estarás transmitiendo devoción.
Muchos confunden la prédica con una simple transmisión de conceptos intelectuales. Uno aprende algunos versos, los repite y ya. Eso no significa que uno esta predicando de verdad. Dos tres versos explican todo lo que hay que decir, pero ¿cómo hacer que la gente entienda de verdad?, ¿cómo hacer que la gente se comprometa con lo que escucha?, eso no se puede lograr sin realizaciones.

Como en el famoso caso de Valmiki. Narada Muni no le predicó directamente. Ratnakara (Valmiki) era tan bruto en su vida anterior que cuando Narada le indicó que cantara el nombre de Rama, no pudo, traspiraba y se retorcía, porque era tan pecaminoso que solamente al pensar el nombre de Rama le daban espasmos. Narada entonces le dijo: -bueno, no cantes Rama, canta maRa (Mara significa muerte), eso está más cerca a tu carácter… Así, de esta manera lo hizo entender las cosas.
Muchas veces nosotros podemos predicar cosas al revés con temáticas mundanas, hasta apasiddhanta, para llevar las personas gradualmente a la siddhanta.

Estamos tratando de hacer que la gente acepte a Krishna. Eso es predicar, hacer que las personas vean su verdadera posición y la supremacía de Krishna. Predicar es ubicar a la gente en un concepto apropiado de la vida, en el sambandha-jnana. Eso no es un concepto intelectual. Uno necesita una conexión real y verdadera realización para poder predicar, para poder conectar otros con el servicio.

Comparte a...