Pregunta: Si la práctica genera cualificaciones, ¿cómo puede darse uno cuenta que está practicando mal o que no está practicando correctamente?

Respuesta: El guru, las escrituras y los sadhus o vaisnavas más elevados nos van a indicar cómo. Solamente debemos preguntarles. La otra manera es la introspectiva. Es percatarse a través del grado en que nos desapegamos de las actividades materiales y de la asociación mundana ocupándonos en el servicio devocional. Ese es un factor de medida para saber si lo estamos haciendo bien o mal. Si estamos practicando bien, eso nos hará sentir un rechazo natural hacia lo mundano. Uno se va dar cuenta ¿qué tanto siento ahora al querer estar con los viejos amigos?, ¿qué tanto me ayuda espiritualmente al estar con la familia?…etc? Esa es la medida que nos enseña el Bhagavatam (11.2.42):

bhaktiḥ pareśānubhavo viraktir
anyatra caiṣa trika eka-kālaḥ
prapadyamānasya yathāśnataḥ syus
tuṣṭiḥ puṣṭiḥ kṣud-apāyo ‘nu-ghāsam

<<La devoción, la experiencia directa del Señor Supremo, y el desapego de otras cosas – estos tres ocurren simultáneamente para quien se ha refugiado en la Suprema Personalidad de Dios, de la misma manera que el placer, la alimentación y el alivio del hambre llegan al mismo tiempo y cada vez más, con cada bocado, para una persona dedicada a la alimentación.>>

Cuando el bhakti se profundiza, uno se vuelve más determinado y más profundo en la práctica, a tal grado, que se aclara la visión. De repente uno empieza a entender contextos de la vida, causalidades incluso dentro de este mundo. Es como si una nube se quitara de la vista. El zumo de los aspectos esenciales es la rendición, nada más…

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