Hoy en la clase matutina con Srila Bhakti Prapanna Tirtha Maharaja escuchamos esa frase de Srila Sridhara Maharaja. Es una de las muchas citas de las escrituras y de los acaryas que maharaja dio, pero ésta en particular me dio mucha esperanza.

En un medio ambiente y constelación favorables, las palabras de los sadhus manifiestan su significado real. Qué circunstancia más favorable puede haber que el encuentro de dos hermanos espirituales, seguidores del gran guardián de la devoción Srila Sridhara Maharaja.

Sólo el hecho de que nuestro Gurudeva llamara a  Tirtha Maharaja anoche para invitarlo a que diese la clase de hoy en el Vrinda Kunja, ya es prédica en sí misma y nos muestra el carácter y naturaleza amplia de nuestro maestro espiritual; algo que nos toca aprender si realmente pretendemos  volvernos aspirantes fidedignos al servicio de Hari, Guru y los Vaisnavas.

Después de contar la historia del modo en que llegó al asram de Srila Sridhara Maharaja y después de glorificar el Srimad Bhagavatam en palabras de su Gurumaharaja “nilambhodhi-tate sada sva-viraha ksepanvitam bandhavam”, después de glorificar la gran contribución literaria de Srila Bhaktivinoda Thakura, Maharaja glorifico el servicio a los Vaisnavas.

En esencia dijo:

Cuando hacemos servicio a los Vaisnavas empieza el proceso y después de la perfección de éste, el servicio a los Vaisnavas sigue siendo la actividad principal. En donde hay un comienzo, hay un camino y debe haber una meta o perfección. En el proceso devocinal todo es grato, porque en todas las etapas esta la asociación constante con los Vaisnavas. Ellos nos estan nutriéndo, animando y manteniendo a cada paso. ¡¿Por qué  entonces darse prisa (por alcanzar la perfección), siendo el proceso tan agradable?!

¿Por qué no podemos estar felices con lo que somos y lo que tenemos en el momento? ¿Por qué salimos a buscar algo supuestamente más valioso fuera de la asociación con los devotos o muchas veces somos negligentes con los Vaisnavas en nombre del servicio o el avance personal?

La prisa únicamente nos llevará a ser imitadores baratos, intelectuales superficiales o auto-promotores narcisistas. Eso nos desconectara del verdadero servicio a nuestro guru-varga. Después de convertirse en algo así, ya no habrá nada más agradable que esperar.

Fuimos llamados y aceptados al servicio de nuestro maestro espiritual. Eso ya es un hecho suficiente para celebrar de por vida. Ahora sólo tenemos que volvernos humildes y purificarnos internamente para poder mantenernos en esa posición perpetuamente. Desde ahí, la perfección va estar más cerca que desde cualquier otra consideración.

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