por Sri Srimad Bhakti Prajnana Kesava Gosvami


Algunas falsas ideas

La misericordia de Sri Guru y los Vaisnavas es el único medio por el cual una jiva puede alcanzar la meta última de la vida. Sólo por su misericordia es posible para esa alma obtener la misericordiosa mirada de reojo del más misericordioso Sri Bhagavan. Esto lo hemos escuchado repetidamente.

También hemos oído que la misericordia de Sri Guru y los Vaisnavas es sin causa. Que es algo que no proviene de nada que sea de este mundo, o de un estado impersonal o no-diferenciado ni nada parecido. A menudo fallamos en comprender la naturaleza de esa misericordia como independiente de toda causa material, y por lo tanto atribuimos a menudo características imaginarias a esta gracia. Podemos pensar que no necesitamos servir con una determinación resoluta y un cuidadoso y ardiente esfuerzo; podemos simplemente continuar siguiendo nuestras propias fantasías y pensar que, por la gracia de Sri Guru y los Vaisnavas, todos nuestros preciados anhelos se volverán algún día realidad. Podemos incluso llegar a pensar que el aplicarse tenazmente en el servicio devocional no más que otra expresión de la modalidad de disfrute y un interés caprichoso. Alternativamente, podemos imaginar que las jivas enredadas como nosotros pueden realizar sus anhelados deseos independientemente, sin la misericordia de los sadhus y Sri Guru.

Aquellos que sostienen estas opiniones son incapaces de comprender que la misericordia de los sadhus y que el deseo de la jiva por servir son una y la misma cosa. Sus palabras engañosas revelan que ellos no están verdaderamente añorando, con un corazón lleno de arrepentimiento, recibir la misericordia de los sadhus.


¿Por qué identificar el nivel de un Vaisnava?

Los mahajanas, las grandes almas realizadas, han explicado el método para obtener la misericordia de los Vaisnavas:

ye yena vaishnava, ciniya laiya adara kariba yabe
vaishnavera tripa yahe arva-siddhi, avasya paiba tabe

Alguien quien se ha cualificado para distinguir el nivel de elegibilidad (adhikara) de aquellos que escojieron el sendero de la devoción y que por lo tanto pueden diferenciar entre el kanistha-bhakta (devoto neófito), madhyama-bhakta (devoto intermedio) y el uttama-bhakta (devoto avanzado), está destinado a honrar a esos tres tipos de Vaisnavas apropiadamente. Este es el significado de las palabras “ye yena vaisnava”.

Es impropio honrar a un kanistha-adhikari en la manera que debe ser honrado un uttama-adhikari, o relacionarse con un madhyama-adhikari como si él fuese un kanistha-adhikari. Sólo cuando respetamos a los Vaisnavas de manera apropiada con la cualificación propia de cada uno de ellos podemos librarnos cometer vasinava-aparadha, consciente o inconscientemente. Sólo allí podremos realizar la trascendental y misericordiosa forma de los Vaisnavas, la cual concede toda perfección que uno pueda llegar a desear.

Por lo tanto, la habilidad para identificar correctamente a un Vaisnava es indispensable. Simplemente por hacerlo, nos veremos automáticamente llenos de honor y afecto por él. Al reconocer a su hermano, uno inmediatamente se llena de un afecto fraternal que es incomparablemente dulce. Nuestra meta exclusiva es volvernos capaces de reconocer al Vaisnava y considerarlo nuestra propiedad, nuestro propio bienqueriente, y desarrollar un lazo afectivo con él.

Es insuficiente si uno meramente se explaya acerca de cuánto los Vaisnavas nos aman o nos consideran de su propiedad. Esto es debido a que la satisfacción personal que proviene del pensar que somos amados por los Vaisnavas no es más que un síntoma externo del deseo de gratificación sensorial, el cual permanece al acecho en la más profunda región de nuestros corazones. Si, en lugar de esto, comenzamos a medir qué tanto nos hemos unido a nivel afectivo a los Vaisnavas, esto indicará que nos encontramos en el camino correcto para alcanzar la perfección de nuestros deseos. Hasta que no logremos identificar a los Vaisnavas y desarrollemos una intimidad con ellos en donde lleguemos a considerarlos como nuestros mejores amigos, seremos incapaces de realizar la verdadera naturaleza
de su afecto por nosotros.

Cualidades divinas y mundanas

Pero antes de que podamos comenzar a identificar a los Vaisnavas o a desarrollar afecto por ellos, existen muchos puntos que necesitamos examinar primero. En cuanto intentamos clasificar a un Vaisnava, distinguiremos, desde una perspectiva mundana, muchas buenas cualidades en ellos, así como también terminaremos viendo defectos. Generalmente nos vemos atraídos por la modestia de un Vaisnava, su afecto, natural templanza y generosidad. Tenemos la tendencia de validar la elegibilidad de alguien para ser un Vaisnava solamente por notar tales virtudes, las cuales nos resultan atractivas y hacen que surja en nosotros un afecto aparente por él.

Es importante y apropiado para nosotros, analizar y reflexionar acerca de la naturaleza de estas virtudes “externas”. Por hacerlo, podremos determinar si realmente estamos o no teniendo el darsan de un Vaisnava al observar estas cualidades en él y, como resultado de esto, si nos estamos apegando a él y mostrándole respetos. Un Vaisnava debería ser identificado y honrado en base a su vaisnavata, o cualidad que mejor define a un Vaisnava. Esta cualidad, es la exclusiva dedicación que el Vaisnava tiene al servicio de Sri Visnu, y es esto de lo que está compuesta su naturaleza verdadera. Si deseamos identificar a un Vaisnava, simplemente necesitamos medir qué tan dedicado está en el servicio de Sri Visnu.

Srila Kaviraja Gosvami Prabhu ha mencionado las veintiséis cualidades de un Vaisnava, entre las cuales la característica intrínseca (svarupa-laksana) o “cualidad que lo define a uno”, es la exclusiva rendición a Sri Krishna (krsnaika-sarana). Las veinticinco cualidades restantes se manifiestan bajo el amparo de esta característica primaria y realzan más su dulzura.
Estas cualidades seguramente estarán presentes en los Vaisnavas, junto con su vaisnavata, o marca distintiva, que es la rendición exclusiva a Sri Krishna. No es posible encontrar a un Vaisnava que no sea gentil y de buen comportamiento; sin embargo, estas virtudes se desarrollan en base a la fuerza de su vaisnavata.

El punto aquí es que al enumerar estas diferentes cualidades, Srila Kaviraja Gosvami no se está refiriendo a la concepción usual que solemos tener de ellas. Desde nuestra perspectiva mundana, podemos también detectar las cualidades de un Vaisnava que son mencionadas por Srila Kaviraja Gosvami en personas que no son Vaisnavas, tales como los seguidores del varnasrama-dharma. En realidad, sin embargo, es imposible para un no-Vaisnava el poseer las cualidades de un Vaisnava. Cualquier cosa que sea sinónimo de la palabra vaikuntha, la cual indica la morada del Señor Supremo, no es limitado, temporal y burdo como los objetos de este mundo. Pero todo lo demás indicado por las palabras de este mundo es totalmente sin valor. Por lo tanto, sólo los
observadores extremadamente superficiales pensarán que las cualidades de un Vaisnava pueden ser también encontradas en no-Vaisnavas.

Por ejemplo, Srila Kaviraja Gosvami ha mencionado a la magnanimidad (vadanyata) como una de las cualidades del Vaisnava. Una persona ordinaria puede ser “magnánima” en base al significado convencional (ajna-rudhi-vritti) de la palabra. Pero este adjetivo no puede ser aplicado a nadie más excepto el Vaisnava, cuando el mismo es dado en su más real y profundo significado (vidvat-rudhi-vritti).

Nuestra visión errónea

¿Pero quién buscará la cualidad superlativa de un Vaisnava? Sólo aquel que haya realizado la supremacía de esta cualidad. En otras palabras, sólo aquella persona que haya ella misma desarrollado una actitud de servicio podrá apreciar la importancia de honrar esta característica que define a un Vaisnava. Sólo a aquella persona quien se ha rendido sin duplicidad, todas las virtudes de un Vaisnava le serán reveladas en su aspecto verdadero. Sólo tal persona puede observar las cualidades trascendentales y extraordinarias de un Vaisnava, sin equiparar estas cualidades con las cualidades mundanas, invitando así a las ofensas.

Pero nos encontramos desprovistos de una actitud de servicio; y por lo tanto no podemos comprender este secreto de reconocer a un Vaisnava por su vaisnavata. Generalmente nos vemos atraídos por otras cualidades del Vaisnava, como su amplio afecto. Glorificamos su paciencia, tolerancia y otras virtudes “externas”, pero no deberíamos olvidar que las cualidades de un Vaisnava no son objetos para la gratificación de nuestros sentidos. Si las cualidades que yo detecto en un Vaisnava, como el afecto y la paciencia, no me inspiran a ocuparme en el servicio de Sri Visnu y los Vaisnavas, y no me llevan a atraerme a su vaisnavata, entonces debe concluirse que he sido incapaz de ver su verdadero aspecto. En otras palabras, simplemente he intentado satisfacer mis sentidos.

Todas las cualidades de un Vaisnava están ciertamente presentes en cada Vaisnava. Si de acuerdo a nuestra visión material concluímos que Srila Krsnadasa Kaviraja Gosvami Prabhu era un poeta, pero que Sri Sivananda Sena o Sri Govinda, el sirviente de Sriman Mahaprabhu, no eran poéticos en absoluto, entonces no hemos comprendido apropiadamente la cualidad de un Vaisnava de ser poético (kavitva). En lugar de esto, por considerar a Srila Kaviraja Gosvami un autor ordinario, estamos meramente viendo en él un poco común y excepcional talento material: el don de la poesía.

Aquellos que poseen inteligencia material son incapaces de juzgar a un Vaisnava por su exclusiva rendición a Sri Krishna (krsnaika-sarana). Ellos consideran al Vaisnava como una persona ordinaria, y terminan viendo sus defectos y analizando su vaisnavata observando lo que meramente es una apariencia de sus virtudes verdaderas. Cuando ellos observan la disposición solemne de un Vaisnava en particular, ellos compararán esto con la solemnidad de un hombre común y le glorificarán, considerando esta virtud como la única evidencia de su vaisnavata. Pero si otro Vaisnava oculta su solemnidad, estas personas
no lo considerarán un Vaisnava o, incluso si lo hacen, ellos dirán que “él no es tan solemne como el otro Vaisnava”. Sus palabras son tan absurdas como la expresión: “un recipiente para las piedras hecho de oro.”

Yo comienzo mi viaje hacia el infierno por volverme envidioso de un Vaisnava, viendo en él lo que aparentan ser sus defectos, los cuales son desagradables para mis sentidos. Y sufro igualmente al ser afectuoso con un Vaisnava al ver la apariencia de sus buenas cualidades, las cuales son agradables para mis sentidos. En ambos casos, mi visión está limitada al ábito mundano, y no soy lo suficientemente afortunado para ser capaz de reconocer al Vaisnava trascendental.

Por lo tanto, al intentar encontrar a un Vaisnava, no deberíamos simplemente terminar eligiendo a alguien que posea cualidades
mundanas, o que se encuentre desprovisto de ellas.

Algo preocupante

Los mahajanas han declarado: “vaisnava cinite nare devera sakati: es imposible incluso para los semidioses el identificar apropiadamente a un Vaisnava.” Esto puede llevarme a preguntarme, ¿cómo yo, un ser débil, desvalido e ignorante, puede esperar a algún día reconocer a un Vaisnava? ¿Cómo seré capaz de entender su vaisnavata? Mientras que permanezca ignorante en cuanto a sambandha-tattva, el principio de la relación que uno tiene con Sri Krishna, y mientras continúe careciendo de fe en la misericordia de los Vaisnavas, estaré sujeto a varios tipos de dudas y así quedaré desprovisto de esta misericordia.

Un Vaisnava ha dado una muy hermosa y notablemente lógica respuesta a esta pregunta. Es de hecho cierto, él dijo, que los mismos semidioses son incapaces de reconocer a un Vaisnava, pero esto no debería ser causa de preocupación. El emperador puede ser incapaz de reconocer a mi madre, pero eso no me impedirá el que yo sea capaz de reconocerla, incluso si yo fuera un pequeño bebé:

“Cuando yo era un niño, no podía comprender qué relación tenía mi madre conmigo, ni era capaz de realizar su profundo amor y afecto por mi persona. A pesar de que ignoraba todo esto, esto no implica que mi madre no era mi madre durante esa época, o de que yo me veía desprovisto de su afecto. Siempre permanecí vinculado a ella y nunca dejé de lado su afecto maternal, a pesar de ser incapaz de entender quién era ella. Nutrido por su amor ahora he alcanzado la adultez y soy capaz de apreciar qué tanto está ella relacionada conmigo y qué es el afecto maternal. Durante la infancia, no entendía a mi madre; por lo tanto, no podía darme cuenta de la dulzura de su afecto, a pesar de que ella me lo otorgaba profusamente. Pero ahora he crecido y soy un adulto gracias a su amor y cuidado. Por su afecto y misericordia, ahora puedo darme cuenta quién es ella y he podido desarrollar un sentimiento de posesividad (mamata) hacia ella. (en el sentido de entender que ella es “mi” madre)”

Cuando el devoto practicante alcanza la etapa de madhyama-adhikara, él es capaz de constatar la elegibilidad de un Vaisnava y así mostrarle su debido afecto. Sólo en ese momento él es capaz de recibir la misericordia de los Vaisnavas. Es también por la misericordia de los Vaisnavas que uno alcanza la etapa madhyama. De hecho, la misericordia interviene en todo momento. Sólo por la compasión de los Vaisnavas la jiva que es adversa a Bhagavan y que está llena de anarthas, desarrolla la tendencia de cantar el santo nombre de Bhagavan en el nivel kanistha. Pero el kanistha-adhikari no puede darse cuenta de esto, y esto es lo que lo vuelve a él un devoto kanistha.

Los Vaisnavas otorgan profusamente su misericordia al kanistha-adhikari sin que él se dé cuenta de ello, y esta misericordia, de manera imperceptible y disimulada, eleva a tal devoto al nivel madhyama. Entonces, sólo por la misericordia de los Vaisnavas ese devoto desarrolla la habilidad de discernir en qué nivel está cada tipo de Vaisnava y así puede ofrecerle el debido respeto a cada uno de ellos. No necesitamos crear nuestra relación con los Vaisnavas, ya que es eterna. Nuestro objetivo es simplemente ser concientes de esa relación, y esto es posible sólo por la fuerza de su misericordia. ¿Por qué entonces, deberíamos tener alguna preocupación respecto al hecho de ser incapaces de identificar a los Vaisnavas?.


¿Nos apropiamos realmente de los Vaisnavas?

El grado hasta el cual yo he sido capaz de hacer a un Vaisnava mi propiedad y que he sido capaz de honrarlo, puede ser medido en base a un único criterio: qué tan indiferente o apático me he vuelto para con los no-Vaisnavas, al darme cuenta de que ellos no tienen un relación conmigo. A menos que uno se vuelva plenamente indiferente hacia los no-Vaisnavas, o sea, que uno no tenga ningún tipo de relación con ellos, uno no tiene esperanza de poder desarrollar algún día un sentimiento de parentesco con los Vaisnavas.

Nuestra convicción de que los Vaisnavas nos pertenecen se desarrolla en proporción a nuestro sentimiento de que los no-Vaisnavas son desconocidos. Esto no es un simple palabrerío. Si realmente deseo estar relacionados con los Vaisnavas, primero debo renunciar a mi apego hacia los no-Vaisnavas. Si mi madre, padre, hermanos, amigos y así llamados familiares cercanos se vuelven opuestos al servicio de los Vaisnavas y a la suprema entidad conciente, entonces yo deberé volverme completamente indiferente a ellos, considerándolos como personas que no tienen un vínculo conmigo en ningún sentido real de la
palabra. Esto incluye mi propio cuerpo y mente. Hasta que no alcance tal determinación, el pensar de los Vaisnavas como mi propiedad no es más que un engaño. Una persona no puede tener un sentimiento de posesividad hacia los Vaisnavas ni un parentesco con ellos, mientras considere a los no-Vaisnavas como personas relacionadas con él: una cosa y la otra son
mutuamente contradictorias.

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